No, no os asustéis, queridos no-lectores, no lo hice por costumbre ni mucho menos por placer, de modo que no encendáis las antorchas ni afiléis las guadañas para venir a prenderme. Lo hice simplemente porque siempre he criticado ese programa, pero nunca antes lo había visto, y prefiero que mis críticas tengan fundamentos y se basen en hechos que yo mismo haya comprobado.
Huelga decir que no vi mucho rato el programa, apenas unos veinte minutos, y que mi cerebro no retuvo toda la información que pudo por miedo a que le entrase un virus de demencia mental o algo por el estilo, pero intentaré relatar todo lo que recuerde.
Cuando puse Telecinco, canal donde se emite esta joya de programa, lo primero que escuché, claro está, fueron un montón de voces hablando a la vez, sin respetar los turnos, sin escucharse los unos a los otros, y por supuesto alzando la voz para callar al otro e imponer su opinión. Era un plató amplio y luminoso, con varias sillas distribuidas por el mismo. En el centro, se sentaba la presentadora, cuyo nombre no recuerdo, pero es ésta rubia de pelo rizado y dentadura prominente que todos vemos y sabemos quién es, aunque no recordemos su nombre. A ambos lados de ella, se situaban, por una parte, tres chicos de entre veinte y veinticinco años, altos, apuestos, con pelo engominado y camisetas y pantalones prietos que remarcaban sus músculos; al otro lado, una chica morena de ojos claros, curvas perfectas y rostro cincelado.
Uno de los primeros pensamientos que se me pasó por la cabeza mientras veía el programa fue que ojalá el ser humano no tuviese cráneo. Esto es porque, de ser así, a estas personas se les vería con total claridad el minúsculo tamaño de su cerebro, y por consiguiente, tendrían una cabeza anormalmente reducida, y tal vez así intentarían ejercitarlo, aunque fuese por una mera cuestión de estética y recuperasen el tamaño normal de la cabeza. Pero por fortuna o por desgracia, tenemos un cráneo bien duro que hace que nuestra cabeza no cambie de tamaño, de modo que estas personas pueden seguir despreocupándose de que sus neuronas mueran lentamente por falta de pensamiento.
Pero vayamos al caso. Estas personas van a este programa en busca del amor verdadero, y no a que les paguen por pelearse en un plató, salir por la tele y que luego vayan por la calle y la gente les señale y murmure, y piensen que son gente importante o especial (aunque un poco especialitos sí son, animalitos). En este caso, la chica tiene una serie de citas con los distintos chicos, a través de las cuales tiene que ir eligiendo quién pasa a la "segunda ronda" y quien no. Pues bien, cuando empecé a ver el programa, uno de los chicos -llamémosle Sujeto X- estaba discutiendo con otro -Sujeto Y- porque Sujeto Y, en su cita con la chica, la había besado varias veces durante un juego que calificaban de "erótico-festivo". La presentadora, después de calmar un poco las cosas, no sin esfuerzo, dio paso a mostrar el vídeo de la cita. Habían quedado en la que supongo que sería la casa de Sujeto Y, aunque la estancia que se veía en el vídeo era simplemente una habitación en cuyo suelo había una manta extendida, unos cojines, botella de champán y un tablero de un juego parecido a La Oca, pero hecho por Sujeto Y para que las pruebas fuesen más "eróticas-festivas". Pasaron la noche entre risas, champán y las pruebas del juego, de las típicas a las que juegan los quinceañeros hormonados como pasarse un hielo con la boca, o una carta, o esconderse en una parte del cuerpo un objeto y el otro meta la mano por doquier hasta encontarlo. Una de las pruebas, era simplemente darle un beso al otro.
Así transcurrió la velada, hasta que ella se marchó, despidiéndose con otro beso y un abrazo. Al quitar el vídeo, todos volvieron a discutir, y la chica se excusó por lo del beso alegando que ella no era una monja a la hora de besar -olé- y que, en realidad, no había sentido nada en el momento de besar a Sujeto Y.
Claro, en este momento, Sujeto Y se hundió en la miseria, mientras que Sujeto X parecía revivir de entusiasmo. Pero Sujeto Y no se rendía. Preguntaba desesperadamente qué tenía que hacer para ganarse el corazón de la chica, que ya no sabía que hacer, y terminó preguntándole a ella qué hacía en ese programa, que por qué no se hacía gay.
Y en resumidas palabras, eso fue lo que vi. No tiene desperdicio, ¿eh?
Lo peor de todo es que pensamos que son las generaciones de ahora, las de doce o quince años, las que están yéndose al garete. Pero no, aquí podemos ver un buen ejemplo de hombres y mujeres de sus ya veintitantos años (y los hay con más) que ya están más que estropeados, que no quieren trabajar ni estudiar (como ese programa, Ni-Ni, a ver si también lo veo un día), y se van por el camino fácil, que es decir palabrotas por la televisión, provocar situaciones morbosas y meter baza en todo lo que puedan -para que se me entienda, "liarla parda"-. Luego vienen los problemas de paro, crisis, posponer la jubilación...
En fin, callaremos, por lo menos sé que vosotros, queridos no lectores, no sois así, y tengo esperanza de que podamos darle un poco de equilibrio al mundo.
Además, siempre podemos echarnos unas risas de estos pobres animalitos, que en más de una ocasión se hacen famosos por situaciones como ésta:
Todavía no he logrado averiguar cómo hacer para colgar el vídeo en el blog -_-U siento las molesitas
PD: Hay algo que no entiendo de este programa: en el vídeo, podéis ver que hay una señora mayor sentada, que se pasa todos los días metida en el programa y no hace otra cosa más que tejer. ¿Qué sentido tiene que esté ahí? ¿La estarán pagando? ¿O la estarán explotando para que haga jerseys de lana calentitos a todos los participantes del concurso? No lo sé, pero me da penita u.u
Un GRAN en fin. ¿Recuerdas mi último cómic? Bien, los concursantes no sabían las respuestas. Ninguna. Claro que lo del vestido se lo preguntaron a los chicos. Las chicas esbozaron una sonrisa de superioridad. Lástima que ellos lo acertasen por pura suerte.
ResponderEliminarEn cuanto a lo nulo de los cerebros de la sociedad, tengo una entrada en mente ^^ Pero como tengo otras mil entradas en mente, ya vendrá, xD.
Por último, respecto a la señora: Se me ocurre que igual no tiene nada mejor que hacer. Y si encima le pagan por ello...