Antes de empezar, queridos no-lectores, me disculpo por la tremenda tardanza en actualizar este mi blog, pero en mi defensa diré que estoy de exámenes ^^U
Pero bueno, lo que cuenta es que aquí estoy, de modo que comencemos
El tema escogido en esta primera entrada es la identidad psico-sexual, es decir, la homosexualidad y la heterosexualidad. Voy a centrarme en la homosexualidad, en si es o no una enfermedad, y si es posible el cambio a la heterosexualidad. De modo que iremos por partes.
En primer lugar daré una breve definición de lo que es la homosexualidad: es la atracción que siente una persona hacia otras del mismo sexo. Sin más. No tiene por qué ser más complicado.
Entonces, ¿Por qué se le llama también “enfermedad”, “trastorno”, “trauma”…? Evidentemente, quien utiliza estos términos para definir la homosexualidad es porque no le parece natural o correcto, y por ello se ha hablado, debatido, e incluso investigando tanto acerca de esta palabra de definición tan corta.
¿Es en realidad una enfermedad la homosexualidad? Hay quien se siente estúpido con el solo hecho de formular esta pregunta, y hay quien ha realizado estudios para demostrar que es verdad. A continuación, voy a hablar brevemente de estos estudios, y a hacer una breve crítica para demostrar su falsedad:
LeVay: hizo un estudio a personas homosexuales y descubrió neuronas anormalmente grandes en el hipotálamo (especula que esto tiene que ver con la homosexualidad). CRÍTICA: Las personas a las que estudió tenían sida, y el sida afecta al cerebro produciendo, cambios químicos.
Bailey-Pillard: estudio de homosexualidad en gemelos, no gemelos y hermanos adaptados. Del 52% de las parejas de gemelos uno era homosexual, luego determinaron que era algo genético. CRITICA: cerca del 50% de los estudiados no son homosexuales, luego NO es causa genética, de ser así, el 100% de los gemelos serian homosexuales, porque tienen la misma estructura genética.
Hamer: descubrimiento de “el gen gay” en una región del cromosoma X. CRÍTICA: Las redes neurológicas del cerebro se auto reconfiguran en respuesta a determinadas experiencias à cambios ambientales. Paupérrima metodología científica.
Una vez descartada la posibilidad de que la homosexualidad sea una enfermedad física o química, pasamos a la psicología.
Por supuesto que la homosexualidad nace de la psicología humana, pero no por ello tiene que ser una enfermedad o un trastorno. La atracción hacia el sexo contrario también nace de la psicología. Nosotros aprendemos todo cuanto hacemos del medio que nos rodea. Lo natural, desde un punto de vista biológico y evolutivo, es que nos emparejemos con personas del sexo opuesto, para reproducirnos y tener descendencia.
Pero yo me pregunto una cosa: ¿es este el fin para el cual el ser humano existe? Para los animales lo es, el fin exclusivo de un animal desde el punto de vista psicológico es dejar descendencia para que su código genético perdure, para “dejar huella”. Pero se supone que nosotros somos seres superiores, nuestro fin no es dejar un puñado de cromosomas nuestros en cuerpos primogénitos y descansar en paz. Es por eso que mucha gente ve la homosexualidad como algo antinatural o anormal, porque dos hombres o dos mujeres no pueden reproducirse.
¿Y qué?
Yo les digo una cosa: el ser humano es un ser complejísimo, que no se guía únicamente por el instinto sino que es capaz de razonar, de pensar, de elegir. Si echamos un vistazo a la historia de la vida, todos los humanos somos antinaturales y anormales, porque ¿dónde se ha visto que dos especímenes puedan sentir amor el uno por el otro? ¿U odio? ¿O amistad? ¿Dónde se ha visto un espécimen que llore o que ría? Eso es algo que solo nosotros podemos hacer.
La homosexualidad no es algo natural para un animal, una planta, o un microbio. Pero los humanos somos diferentes. Nosotros vamos más allá de lo dictado, rompemos las reglas, porque nos enamoramos.
Y cuando se ama, lo que menos importa, o lo que menos debería importar, es el sexo.
Por último, tratar el tema de si “es posible el cambio”. La gente nos dice que cuando se es homosexual no se puede cambiar, que o eres gay/lesbiana o eres “hetero”. En realidad -esto es lo que yo pienso, tampoco quiero imponerme- no somos ninguna de las dos cosas, la identidad psico-sexual no es algo con lo que se nazca, es algo que se madura con el tiempo, un camino que elegimos tarde o temprano. Una vez elegido, se puede cambiar, claro, para eso están los caminos, para hacerlos o deshacerlos, la elección es nuestra.
Y sí, es cierto que si queremos que el ser humano siga existiendo en la Tierra, debe de haber un porcentaje elevado de heterosexuales, eso no lo niego y me parece perfecto.
Pero si el camino a nuestra felicidad es otro, tenemos que recorrerlo, porque ése es el fin último del ser humano según la filosofía: La Felicidad.
